Si la cámara tiene una resolución máxima, pues habrá que utilizarla ya que, de algún modo, también nos la han cobrado, no obstante, depende para qué ocasiones es mejor reducir su resolución.
Antes de empezar debemos distinguir entre reducir la calidad y reducir la resolución, ya que son cosas distintas.
Cuando hablamos de reducir la calidad, nos referimos a que aumentamos la capacidad de compresión de los archivos jpg, por lo que una foto hecha a 10 Mpx con calidad máxima puede tener un tamaño de 4 megas, mientras que la misma foto hecha a 10 Mpx con la mínima calidad puede que no llegue a 1 mega de tamaño. Por lo general, todas las cámaras tienen un ajuste para esto y suelen tener tres niveles, (bajo, medio y alto).
Cuando hablamos de reducir la resolución, nos referimos a que disminuimos el tamaño de la fotografía. Por ejemplo, reducir una fotografía hecha a 6 Mpx (3032 x 2008ppp) a 1 Mpx (1280 x 960ppp), la cual se reducirá su peso en megas.
¿Y cuándo deberíamos reducir el tamaño y/o la calidad?
En cuanto a reducir la calidad, yo no lo haría, solo lo hago cuando no me queda más remedio y no me caben más fotos en la tarjeta, por lo que reduzco la calidad de algunas fotografías que creo que no son muy importantes o que creo que las borraré más tarde.
En lo que se refiere a reducir el tamaño, es conveniente cuando sabemos que esa imagen solo vamos a utilizarla para enviarla por Internet (correo, web...) o vamos a incrustarla, acompañando al texto, en algún documento para clase o para el trabajo, sobre todo si es un Power Point, ya que de nada sirve una foto de 10 Mpx en una pantalla, pues la resolución que vemos siempre en ella es de 72ppp, por lo que, a parte de ocupar bastante tamaño el archivo, tardará mucho más en cargar el Power Point.
Esto de reducir su tamaño es más bien por comodidad, ya que nos ahorramos hacer un procesado extra (en lo referente a tiempo y comodidad) antes de enviarla o incrustarla en el documento.
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