Haciendo fotos (I)

Este post pretende aconsejar más que orientar, ya que aunque sepamos todo lo necesario para hacer una buena foto, no siempre nos va a salir lo que esperamos. Una buena foto nunca se sabe cuando se va hacer, ni tan siquiera cuando vamos preparados con todo nuestro equipo a cuestas y con nuestro curso de fotografía en la mano por si se da alguna circunstancia que no nos acordamos como resolver.

Normalmente, las fotos más impactantes o más curiosas, son las realizadas en el acto, porque se dan diversas circunstancias imprevistas que componen o/y ayudan a dar fuerza a la fotografía.

Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, es muy recomendable que, siempre que se podamos llevemos una cámara encima y más o menos preparada, con los ajustes que creamos con más posibilidades de utilizar (en automático, prioridad de velocidad...). No digo que carguemos con todo nuestro equipo, ni siempre, pero quizás si vamos de excursión, algún asadero, a la playa o algún sitio que creamos que quizás podamos sacar alguna foto, llevemos lo más básico de nuestro equipo.

¿Qué es lo más básico del equipo? pues obviamente la cámara. Hay quien se lleva la réflex con un 50 mm, otros se llevan la réflex con un objetivo zoom y otras (aquí me incluyo yo) una cámara compacta.

A veces suelo meter en la bandolera (la de salir, no la del equipo fotográfico) ,a parte de la cartera y las llaves, una pequeña bridge con opciones manuales, por supuesto no tiene la misma calidad que mi réflex, pero sirve y luego en casa, el programa fotográfico de turno hace el resto.

Esto suelo hacerlo casi siempre que voy al campo, a la playa o algún sitio curioso, ya que anteriormente, me he quedado con las ganas de sacar fotos en ciertas ocasiones en las que se me han presentado oportunidades muy interesantes que fotografiar, así que, he tomado nota.