miércoles, 13 de octubre de 2010

El trípode y la rótula

TRÍPODES
Todo buen aficionado a la fotografía sabe que el trípode es un accesorio esencial para evitar movimientos y como buen aficionado, se procurará tener uno tarde o temprano, pero ¿qué trípode elegir?

El trípode no sólo sirve para poner el disparador automático de la cámara y salir corriendo para entrar en la foto (sí, yo pensaba así antes de iniciarme en este mundillo), su función principal es la asegurar firmemente la cámara a una base sólida y evitar movimientos, por lo que deberemos elegirlo según el uso que le vayamos a dar y nuestras posibilidades.

En el mercado existe una multitud de modelos y de diferentes tipos; grandes, pequeños, ligeros, pesados, compactos... nosotros vamos a diferenciarlos en: grandes, pequeños y otros.

Trípodes grandes
Este tipo de trípodes es el tradicional que todos conocemos. Hay que asegurarse de que sean estables y su peso suele estar asociado a la estabilidad, ya que el peso ayuda a evitar movimientos por el viento y amortiguar pequeños golpecillos. También podemos decantarnos por trípodes más ligeros, con lo que ganaremos en comodidad de transporte. Si tiene nivel, mejor, ya que nos ayudará a colocarlo horizontal. Las patas también juegan un papel importante a la hora de decidirnos por uno u otro trípode, ya que si se pueden abrir más del límite, tenemos más posibilidades de colocarlo en lugares más difíciles.

Trípodes pequeños o de sobremesa
Son trípodes mucho más pequeños, por lo general para cámaras compactas, ya que no suelen aguantar el peso de las réflex. Son cómodos y caben casi en cualquier bolsillo de la bolsa o mochila. Son un buen complemento para la cámara, ya que aunque no tengamos uno grande, nos aportará un lugar donde afianzar nuestra cámara eso sí, tomando otras medidas complementarias, como agarrarlo firmemente haciendo presión contra el suelo, aguantar la respiración mientras exponemos, protegerlo del viento... Algunos modelos tienen patas flexibles que facilitan su colocación en terrenos irregulares.

Otros
También existen otros tipos de trípodes más especializados, que no son tan versátiles como los anteriores, pero que cumplen a la perfección y mejor que los anteriores, la función específica para la cual fueron diseñados. Quizás trípodes no sea el nombre adecuado, ya que carecen de tres patas para su apoyo, pero si disponen de otro tipo de soporte para afianzarlo a la superficie destinada. Algunos de estos trípodes son:
- Monópodes o monopiés: De una sola pata, utilizados sobre todo por fotógrafos deportivos ya que proporciona un apoyo y a la vez pueden manipularlo y desplazarlo rápidamente.
- Trípodes de ventosa: Una ventosa los afianza a una superficie plana (pared o ventana).
- Trípodes de pinza: Se pueden trabar en una superficie, como la ventanilla de un coche.
- Bolsa de arena: En sí no es un trípode, pero se puede usar como base en casi cualquier terreno irregular y acomodando la cámara por encima. Suelen ser muy estables con viento.
- Magnéticos: Facilitan colocarlos sobre superfícies de hierro.
- Y existen más que no me acuerdo y otros que seguramente no sabré de su existencia, porque como digo, este tipo de trípodes se idean cuando surge algún tipo de dificultad que no es solventable por los ya existentes.

RÓTULA
La rótula es un mecanismo que se coloca entre la cámara y el trípode y su función es la de orientar la cámara sin mover el trípode una vez afianzado. Existen multitud de tipos y modelos que están adaptados al uso que se le vaya a dar y a las posibilidades de cada uno.

La rótula es un elemento que solo viene incluido con los trípodes de gama baja y media. Por el contrario, en trípodes de gama alta y algunos de gama media, la rótula debe comprarse a parte. Esto supone ventajas e inconvenientes, los inconvenientes es que el coste de comprar dos elementos por separado es mayor, pero la ventaja es que podemos elegir los elementos según nuestras necesidades.

Consejo: Si nuestro trípode no es muy estable, ya sea por su ligereza o porque hay demasiado viento, siempre podemos colgarle algo de lastre por su eje o parte central (la mochila, una bolsita con piedras...) Suelen venir preparados para ello, con un ganchito que sobresale por su parte central. Si no lo trae siempre podemos buscar una forma de enroscarle una bolsa o algo.

1 comentario :

María Rosa Gomis dijo...

GENIAL! una cantidad de información impresionante! yo trabajo con un tripode grande, es manfrotto, la verdad es un poco viejo, lo he heredado de mi padre! jeje pero es verdad que se le coje cierto cariño a las cosas... asique no lo canviaré hasta que no sea necesario! jajaja ahora quiero comprarme uno de pinza. Un saludo Edertano!