Ésta regla es muy antigua y establece que, para un día soleado y con una película ISO 100 (o sensibilidad equivalente en la cámara digital) a una velocidad de obturación de 1/125, el diafragma para una exposición correcta es f/16. A partir de ahí podríamos calcular el resto de condiciones.
Seguramente recordarás aquellas cámaras de carrete que venían de regalo en alguna revista (sin pilas, fotómetro, ni nada, un mecanismo totalmente básico). Por aquel entonces yo pensaba que ahí había "gato encerrado" y que las fotografías saldrían mal, si es que salían, la verdad es que nunca llegue a probarlas. Pues bien, la teoría de estas cámaras se guiaba por esta regla "Sunny 16". Por ello, estas cámaras disponían de un selector de diafragma manual por medio de una palanquita, en la que habían dibujados 3 símbolos (un sol, una nube y un árbol/casa con sombra).
¿Pero qué pasa si quiero jugar con la profundidad de campo? con estás cámaras de "regalo" estaba todo dicho y no tenías opción a manipular el juego de valores, pero en una réflex bastaba (y basta) con subir un paso al diafragma y bajar otro paso la velocidad de obturación, para seguir con la exposición correcta y una profundidad de campo diferente.
Hoy en día ninguna cámara viene sin fotómetro, por lo que esta regla ha sido olvidada y cualquiera que sean las condiciones el fotómetro sabrá tomar los valores adecuados, más o menos bien. No obstante, si es interesante tenerla en cuenta (y saber que existe), sobre todo si estamos empezanddo en fotografía, ya que ayudará a afianzar nuestros conocimientos.
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