La limpieza del objetivo es muy importante, ya que por él entra la imagen que nosotros queremos y, si tiene grasa, motas de polvo... nos podemos llevar una desagradable sorpresa cuanto veamos que el resultado de nuestra maravillosa fotografía, digna de sustituir las "pinturillas" de la Capilla Sixtina, se ve truncada por las huellas o polvo que estropean irremediablemente nuestra imagen.
Lo primero, es prevenir y lo haremos colocándole un filtro protector, como ya hablamos en un post anterior. El filtro minimizará riesgos, sobre todo si vamos a sitios con arena, ya que puede rayar la lente. Si un objetivo nos cuesta 300 euros o más, es por algo y normalmente suele se por la calidad de la lente, por lo tanto, tomemos las debidas precauciones para no tirar los 300 euros a la basura. Por otro lado si nuestra cámara es una compacta, cualquier arañazo que se haya producido, la acompañará hasta el final de su vida útil.
Lo primero, es prevenir y lo haremos colocándole un filtro protector, como ya hablamos en un post anterior. El filtro minimizará riesgos, sobre todo si vamos a sitios con arena, ya que puede rayar la lente. Si un objetivo nos cuesta 300 euros o más, es por algo y normalmente suele se por la calidad de la lente, por lo tanto, tomemos las debidas precauciones para no tirar los 300 euros a la basura. Por otro lado si nuestra cámara es una compacta, cualquier arañazo que se haya producido, la acompañará hasta el final de su vida útil.
Resumiendo, nuestro equipo de fotografía no estará completo sin un kit de limpieza, por lo que no debemos escatimar en ello, además, están a un precio muy asequible, entre los 8 y 20 euros.
Como proceder (procedimiento personal, hay quien prefiera otros):
- Si observamos que hay polvo o cualquier tipo de suciedad en la lente, debemos evitar tocarla en la medida de lo posible, utilizaremos una perilla o aire a presión, pero no soplar, ya que podremos empeorar la situación añadiendo gotas de saliva.
- Si la suciedad persiste, utilizaremos un cepillo especial con cerdas suaves y arrastraremos la porquería hacia fuera de la lente.
- Si lo que tenemos son huellas y aún no se han ido con los pasos anteriores, utilizaremos una gamuza suave y añadiremos en ella un poco de líquido para lentes. Pásala suavemente en círculos de dentro a fuera. ¡¡¡OJO, no utilizar limpiacritales ni alcohol!!! ya que podríamos dañar la lente. Algunas lentes vienen recubiertas por micropelículas que mejoran la calidad de la imagen y si las dañamos, habremos dañado el objetivo irremediablemente. La peculiaridad de este líquido es que no es ácido para la lente y ayuda a evitar esas marcas que se quedan cuando se seca un líquido.
- A veces en los bordes se nos queda algo de suciedad que no sale con la gamuza, para eso están unos bastoncillos (como los de oídos) con los extremos de algodón y están preparados para que no se deshilachen. Deben usarse en cualquier parte de la cámara u objetivo a los que no pueda llegar la gamuza.
También existen unos papelitos suaves, para limpiar la lente, que vienen con los kits, personalmente me parecen menos suaves que la gamuza y prefiero la gamuza, aunque en teoría se pueden usar sin peligro y no he oído a nadie quejarse de lo contrario.
Por último, añadir la recomendación de que el procedimiento de limpieza se realice con la lente boca abajo, para evitar que el polvo vuelva a caer sobre ella y favorecer su limpieza.
¡No nos olvidemos de los filtros! también requieren limpieza y el procedimiento es el mismo a seguir.
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