¿Qué ha sido del formato TIFF?

Seguro que los que nos dedicamos al diseño gráfico, fotografía o cualquier otra profesión en el que se haga uso de archivos de fotografía, recordaremos aquellos archivos de los que hacíamos uso hace más de 12 años, pero ¿qué ha sido de ellos?

Aquellos archivos se caracterizaban por tener gran calidad de imagen y no perderla en su compresión (si se quería comprimir, claro, ya que daban la opción a ello), además, podían ser editados por casi cualquier programa. La pega, es que eran archivos muy pesados y en su uso habitual, el JPG era el rey, por su calidad y por lo livianos que eran (y son). Sin embargo, en la industria el JPG no daba la talla y era preciso archivo con mayor cantidad de información y calidad, como podían ser los TIFF.

Algunas cámaras de gama media o alta llegaron a incorporar el TIFF, ya que el RAW todavía no estaba estandarizado y muchos profesionales lo utilizaban. Pero hay que recordar que en aquella época, tener una tarjeta de 1G era casi imposible de tener, entre otras cosas porque creo que todavía no habían salido al mercado (yo tenía una de 16 Megas, y bien orgulloso que estaba de ella) y si suponemos que el tamaño medio de estos archivos, teniendo en cuenta la resolución de las cámaras de la época era de unos 4 o 5 Mpx, podían ser de unos 5 megas o más, el fotógrafo tendría que llevar un baúl lleno de tarjetas vacías (y tampoco es que estuvieran tiradas de precio), por lo que esto también ayudó a que el JPG siguiera evolucionando y una desventaja para el propio archivo TIFF.

Hoy día el TIFF prácticamente ha desaparecido, ya que hay sustituto para él, como puede ser el PSD o el propio RAW y, aunque ambos archivos también tengan tamaños considerables, tienen más ventajas que el TIFF, como, una capacidad de compresión mucho mayor sin apenas perdida de calidad, pueden contener mucha más información, y lo más importante, con la tecnología actual es mucho más rápido manipular 20 megas, que 5 megas hace 12 años