La compra de un teleobjetivo no es una tarea sencilla ya que tenemos que tener en cuenta muchos aspectos, como el precio, la calidad... en un sin fin de establecimientos y modelos existentes en el mercado. Lo mejor es detenernos un rato y organizar nuestras ideas en 6 sencillos pasos.
- Focal fija o focal variable. Importante, si queremos una focal fija solo tenemos una distancia focal y con esa deberemos contentarnos, mientras que si elegimos un objetivo de focal variable tendremos un mayor rango focal donde elegir. La principal diferencia es que los objetivos de focal fija suelen tener mayor calidad que los de focal variable.
- Es necesaria una focal máxima o no. Dependiendo del uso que le vayamos a dar elegiremos una focal media (al rededor 250mm para fotografía de naturaleza o aproximaciones, por ejemplo) o larga (más de 300mm para fotografía deportiva, aproximaciones mayores...).
- Estabilizador. Un detalle importante hoy en día, ya que incrementará el precio, pero también nos ayudará en la toma de fotografías con poca luz, trepidaciones... Podemos decir que el estabilizador es como el ABS de un coche, hemos vivido mucho tiempo sin él, pero supone un incremento de la calidad.
- Calidad. Otro aspecto que debemos tener en consideración, no todos los objetivos son iguales y no todo lo que reluce es oro. Debemos fijarnos en el resultado de las tomas con las diferentes focales que pueda tener (mínima, media, máxima, en caso de ser de focal variable), si tiene aberraciones cromáticas muy notables, distorsiones exageradas, etc. Para ello, lo mejor es buscar webs especializadas y leer los análisis sobre el objetivo que nos interese.
- Luminosidad. Recordemos que a mayor distancia focal menor cantidad de luz entrará por el objetivo, por lo que la velocidad de obturación deberá ser más larga. Por ello, deberemos fijarnos en el diámetro de la lente (cuanto mayor sea, más luz entrará) y, sobre todo, en la apertura máxima de su diafragma.
- Precio. El precio siempre está presente en todos lados, incluso antes de mirar prestaciones y, al final, casi siempre, suele ser el aspecto que determina si compramos una cosa, la otra, o nada. Como indicativo, un objetivo barato suele estar asociado con poca calidad (que no es lo mismo que sinónimo), pero como siempre, debemos acudir al sentido común ¿somos profesionales? ¿necesitamos una calidad de infarto para mostrar a nuestros familiares y amigos? eso lo decide cada uno.
El seguimiento de estos puntos nos ayudará a discriminar los teleobjetivos que no nos interesen, reduciendo el abanico de alternativas y facilitándonos la elección final del objetivo que ampliará nuestro equipo.
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