Este accesorio está muy infravalorado, incluso hay personas que se lo quitan al pensar que es un bulto innecesario y que solo sirve para aparentar ser más profesional (que aunque no es cierto, si que nos da cierto aire profesional ante los amigos, si además soltamos en nuestra conversación alguna palabreja fotográfica más, como obturación o profundidad de campo. Los dejaremos con la boca abierta), hablamos del parasol. El parasol es un accesorio muy útil para nuestra cámara o mejor dicho, para nuestro objetivo. Es un trozo de plástico o de goma que sobresale por la parte delantera del objetivo, su función es la de evitar que el reflejo del Sol entre directamente en el objetivo estropeando la foto.
Seguro que más de una vez has tenido que poner la mano delante del objetivo, sin que se vea, para intentar evitar el reflejo del Sol, y seguro que también tendrás más de una fotografía con esos hexágonos translúcidos estropeando esa bonita fotografía que pretendías colgarla en algún lado o presumir de paisaje ante tus amigos, pues eso igual podría haberse evitado o minimizado, con un parasol. Por cierto, esa forma hexagonal del reflejo es debida a la situación de las pestañas del diafragma, que se reflejan una y otra vez en las múltiples lentes que hay dentro del objetivo.
Los hay tubulares, los más simples, y se suelen utilizar en objetivos de larga distacia focal y los hay con muescas en las "esquinas", los cuales son utilizados en objetivos zoom, para que en caso de utilizar un angular grande, el parasol no entre dentro de la imagen captada.
Cierto es que el parasol no es un "arma" infalible ante los poderosos rayos solares, pero si muy útil y ayuda a minimizar, y muchas veces eliminar, esos molestos reflejos. El parasol también nos ayuda a retrasar la caída de gotas de agua en una lluvia ligera, lo mismo pasa en caso de viento con algunas partículas en suspensión, por no hablar de caídas que puedan dañar la lente o filtro que tengamos puesto. Quizás, como punto negativo, es que puede hacer que nuestro equipo abulte más de lo necesario y nos dificulte su almacenamiento en nuestra mochila o bandolera, pero el parasol siempre se puede retraer o recoger. Otro punto en el que hay que tener cuidado, es al utilizar grandes angulares, ya que si hemos comprado un parasol que no viene con nuestro objetivo, puede que entre dentro de su ángulo de visión.
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