Empezamos este blog introduciéndonos en el mundo de la fotografía y, lo primero, es saber qué tipos de cámaras existen.
Desde mi punto de vista, existen cuatro tipos:
- Compactas: Las más sencillas y con diversos programas automáticos.
- Las bridge: Un poco más completas, con objetivos más polivalentes y de algo mejor calidad, además suelen incluir modos manuales.
- Las réflex: Se caracterizan por ver por el visor lo mismo que se ve por el objetivo y además, incorporan mejores sensores y ópticas de mayor calidad
- y las EVIL: Cámaras compactas, pero con objetivos intercambiables y sensores de similares características a las de las réflex.
¿Qué cámara sería la ideal para nosotros? Dependiendo del uso que le vayamos a dar, elegiremos una u otra. Las compactas son muy prácticas y son las que usan la mayoría de las personas, sin complicaciones, apuntar y disparar. Las bridge, igual, pero para personas que quieran controlar más el resultado de sus fotografías. Luego llegamos a las réflex, hasta hace poco limitadas, debido a su precio, a los profesionales, aunque hoy en día hay numerosos modelos a un precio muy asequible para aquellos aficionados a la fotografía que quieran fotos de cierta calidad. Lo mismo podríamos decir de la nueva generación de cámaras EVIL, pero todavía tienen un alto precio.
En mi caso, que es lo que suele ocurrir normalmente, primero tuve una compacta, después adquirí una bridge (que la sigo utilizando) y actualmente también poseo una réflex. Ésta evolución suele suceder si a uno le gusta la fotografía que, poco a poco, las primeras cámaras que llegan a nuestro poder, se nos van que dando "pequeñas", por lo que tendemos a buscar cámaras más completas.
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