Hace algunos meses hablamos sobre precauciones a la hora de comprar por Internet y sobre cuando sería el mejor momento para comprar. Si compramos una cámara o un objetivo de segunda mano es importante pararse a examinar el producto, tarea sencilla si compramos en mano, pero si compramos por medio de Internet habrá confiar en la calidad del transporte y la honradez del vendedor, no obstante cuando llegue deberemos fijarnos en lo siguiente:
- Lo primero es revisar el estado general del producto (arañazos, golpes, piezas sueltas...) y "tirar" un par de fotos, toqueteando todas su rueditas y botones para comprobar que se mueven como deberían. Además, deberíamos fijarnos en la pantalla LCD por si sale algún mensaje de error. El objetivo de todo esto es valorar si podría durar poco debido a su estado.
- Mirar si la pantalla tiene algún pixel muerto, aunque si está aquí no habría gran problema ya que el pixel estaría únicamente en la pantalla de la cámara y no afectaría a la fotografía.
- Buscar polvo en el sensor. No suele ser un problema, ya que se limpia y ya está, pero suele ser indicativo del cuidado que se le ha dado a la cámara. Si un sensor tiene mucho polvo podría significar que su dueño no la ha cuidado muy bien (el sensor no está a simple vista, sino oculto y protegido por la cortinilla, el espejo y el objetivo) y la cámara podría ocultar alguna otra "sorpresa" que a su actual dueño se le haya podido "olvidar"
- Comprobar si el sensor tiene pixels muertos y si tiene, valorar si nos interesa la compra o no. Hay que decir que lo normal en los pixels muertos es, que si hay uno, vayan apareciendo más poco a poco. Esto podemos averiguarlo en el momento, sacando una foto hacia el cielo y a través de la pantalla y el zoom echaremos un vistazo rápido.
- Conocer el número de disparos de la cámara. Esto es una tarea "difícil", si no podemos comprobar los datos exif de alguna foto que hayamos podido sacar en el momento con un ordenador, por lo que no nos quedará más remedio que fiarnos del vendedor. Se puede comprobar así.
- Con el objetivo, deberíamos fijarnos en su lente principalmente. Que no tenga arañazos, raspaduras polvo por dentro, hongos... Si tiene hongos, lo mejor es olvidarse del objetivo, ya que es difícil eliminarlos o bastante costoso (refiriéndome a dinero, aunque también es una tarea bastante compleja).
- También deberemos fijarnos en el estado de los anillos de enfoque, zoom, interruptores de enfoque, estabilización... que no esté nada olgado o muy "fofos".
- Comprobar el sistema de enfoque sacando alguna foto y comprobar los diafragmas.
Si todo lo anterior está OK, adelante, si hay algún problemilla que no afecte a la fotografía, como polvo en el sensor, algún desperfecto estético o cualquier otra cosa, podría servirnos para regatear un poco más el precio.
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