Por lo general, cuando nos nombran la palabra retrato se nos viene a la mente una foto tipo carné, lo cual no hace para nada atractiva esta modalidad de fotografía, pero hay que saber que esa fotografía es solo una de las muchas maneras que podemos hacer un retrato o que nos retraten.
Casualmente hace unos días estaba buscando información para ampliar sobre este tema y, en Xatakafoto, encontré algo muy parecido a lo que pretendía hacer por lo que prácticamente me remitiré al artículo publicado y a completarlo.
- Utilizar objetivos luminosos y una apertura máxima. Un buen objetivo se nota y deberemos enfatizar al sujeto abriendo diafragma para que el resto quede desenfocado.
- Evitar elementos que distraigan. A veces nos despistamos y cuando vamos a fotografiar a alguien lo ponemos delante de un bonito paisaje, y nos olvidamos que lo principal es el retrato del sujeto. Si añadimos elementos (paisajes, objetos, colores llamativos...) distraeremos a la vista del objeto principal.
- No siempre es necesario un primerísimo plano. Solemos tender a rellenar el encuadre con el sujeto, olvidémonos de eso y dejemos espacio, el sujeto quedará más natural, diferente... juguemos con la ley de la mirada, dos tercios, etc.
- Cuidar el enfoque. Al utilizar una apertura de diafragma muy abierta, el espacio de enfoque es muy pequeño, por lo que deberemos cuidar la profundidad de campo para que quede todo lo que nos interesa enfocado, en especial deberemos fijarnos en los ojos, que por lo general es lo que suele tener más interés en el retrato. Utiliza un enfoque selectivo para evitar errores.
- Atento a las texturas. Ten en cuenta que la tendencia en los retratos es acercarse o acercar el rostro y, entre más lo acerquemos más se notarán las imperfecciones de la piel, que en aunque en determinados casos puede resultar interesante (un retrato de una persona mayor, por ejemplo) en la mayoría de los casos no.
- Intenta que el/la modelo tengan una actitud natural y no te limites a las fotografías de frente. Seguro que has notado que una persona queda genial para una foto en un determinado momento y en cuanto abres la boca diciendo, "te voy a sacar una foto", la persona cambia radicalmente. Esto sucede porque la persona se "prepara" y aunque hace unos post se dieron unos consejos para estas cosas, reconozcámoslo, la mayoría no somos profesionales y no sabemos posar. No obstante hay una solución muy sencilla, fotografiar antes de decir nada, con disimulo, sin que la persona se percate... si no quiere foto, la borramos y ya está. Con esta solución lograremos nuestro objetivo y dicha persona saldrá de lo más natural. Esto lo saben los fotógrafos profesionales y en la sesión de fotos, entablan un diálogo con el modelo (hablo de nosotros cuando pagamos por unos retratos para nosotros, nuestra madre...) para que se olvide, se distraiga de en donde está y salga lo más naturalmente posible en las fotos y no con esa pose más artificial que el plástico, que es la que conseguimos nosotros.
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